miércoles, junio 20, 2007

DAYS OF BEING WILD

Dicen que me quejo mucho y sigo vivo, dicen que no bebo lo que digo, también han llegado a decir que me invento "a las mujeres"; y si, tienen razón, "siempre me estoy muriendo" y como sea por las tardes despierto "lúcido", con un fuerte tufo de alcohólico pero dispuesto a levantarme y seguir con mi rutina. Tampoco bebo todo eso que "se dice" de mi, algunas veces con unas cuantas cervezas es suficiente, otras ni yo entiendo como puedo seguir destapando y destapando. Y en cuanto mis "mujeres inventadas", en parte tienen razón, yo formo una historia alrededor de ellas, ¿cuánto puede ser cierto?, eso lo saben ellas; he tenido mucha "suerte", solo logro enamorarme de mujeres capaces de dejar tras de mi recuerdos salvajes de los cuales me he valido para "mis historias". No debería quejarme, ni "hacerme la "victima", sin embargo, en ocasiones no puedo controlar mis ganas de deprimirme y sentir que al menos "una de esas historias" tendrán algún gesto como llamarme y preguntar qué tal va el dolor de espalda; pocas veces pasa... esas "que fueron mis historias" llevan ya otro ritmo de vida, incluso se han alejado de los tiempos agrios y salvajes para convertirse en "una historia totalmente desconocida para mi". Hoy por la tarde me topé con Aide, ella evadió todo "contacto", incluso como que se "enconchó" y bajó la cabeza, no sentí absolutamente nada, aunque la vi hasta "fea", no se dónde quedó su largo cabello negro, ja antes me parecía una mujer "atractiva", supongo era cuestión de lo ridículo que en ocasiones me pongo cuando me "enamoro". Aide pasó a mi lado, su rostro no me gusto nada, me reí un poco y ni siquiera imaginé algo sobre su vida ya hace años muy lejana de la mia. Así soy de voluble "por lo general", las "dejo de querer rápidamente", bueno, solo a un par; por cierto, ya que estoy en estos difíciles temas del "amor", Luis, uno de mis mejores amigos parece que ha encontrado a su mujer ideal, lleva solo un mes de conocerla y me doy cuenta de que realmente se ha clavado en él, ja... incluso piensa en casarse, yo en "broma" le digo que no se apresure, sin embargo yo conozco los efectos de "la droga perfecta", y si cree que lo mejor es "apresurarse" es mejor que lo haga, no creo se necesiten meses para "saber quien es la droga perfecta". Descubrí la mía en solo segundos -----y lo digo en serio, esta no es una más de mis "cursilerías"-----, no tenía idea a quién me encontraría en esa cita arreglada tras tres o cuatro horas de teléfono, supe que era ella, lastima que no siempre se pueda estar ligado a la droga perfecta... tan perfecta ha sido, que el simple "halo" de imágenes guardadas me hacen realmente "feliz", ja... mi corazón sigue trabajando, algunas arterias tengo tapadas y se que aún con mis quejumbres, "odios" y "obsesiones", aún hay tiempo, incluso para volver a recobrar la capacidad de sorpresa... que es muy diferente a tener la esperanza de que algún día "regresen los días salvajes" ocasionados por mi droga perfecta.

***BONUS TRACK***

ARE YOU MY PERFECT DRUG?
Muchas veces vi a los chicos "colocados",
daban caladas a sus cigarrillos
o se ponían esos pedacitos como de plástico en la lengua;
y no sabía porque les gustaba tanto,
no imaginaba siquiera los colores lúcidos y brillantes
que "veían",
no sabía nada de drogas,
hasta que me "coloqué contigo";
cada noche que pasaba por ti
aparecían luces por todas partes,
me aislaba de lo demás,
y como que flotabas,
y entendía a los colocados
y a los que sufren por un gramito de coca;
tu eras mi "perfect drug",
cada noche necesitaba más de ti,
una mirada,
una "calada" tuya,
de menos un pinchanzo;
había noches que estabas "vacía"
o algun otro adicto a ti ya te estaba terminando;
eras mi perfect drug,
pero ya me quedó poco,
estuve dopado unos meses
y cuando te fuiste,
te soñaba caminando felizmente a mi lado,
te espiaba cuando salías de quel edificio enorme,
la abstinecia no cedía;
no se si aún te necesito,
y aunque me quebraría el otro brazo por un gramito de ti,
no se si fuiste la "droga perfecta".

martes, junio 05, 2007

AQUELLO EFIMERO

Siempre he huido al concepto "felicidad", es una "ñoñeria" el mero término y "supongo sentirse así" es "inexistente" e incluso penoso... ja, no puedo negarlo, lo he usado un par de veces, aunque creo que en otros momentos me he boicoteado y cumplo el objetivo de no sentirme ñoño. Claro que no quiere decir que no me haya sentido contento, es más, hasta en mi actual "soledad y auto-arraigo" me siento bien; ya hasta donde he llegado solo me interesa la tranquilidad, no quiero más "problemas amorosos", ni pelear con los vecinos, o desesperarme en el tráfico. De mis últimos momentos que yo llamaría "felicidad" fue aquel corto viaje a Oaxaca con Zaira; aún con mi atropellada y enfurecida forma de conducir el transcurso fue apacible, nada tedioso o aburrido. Zaira iba muy contenta observando y maravillándose con cada cambio de vegetación, no hablamos mucho, quizás solo pequeños comentarios y risas que se perdían con Beth Gibbons, Palmieri, Trane, Resorte, Los Squirrel... creo que tampoco la música importaba, bastaba con la velocidad la cual yo disfruto, y la novedad de este México para Zaira acostumbrada a las calles pulcras con nombres impronunciables y a las altas montañas Suizas. Ya en Oaxaca caminábamos acalorados, yo con mis bolsita de chapulines, atragantándome como si fuera la botana más normal y Zaira con su carita de "fuchi" y risa de nervios al ver como yo me comía a esos pequeños animalitos; eso sí, Zaira como buena mexicana adoptiva "le entró" al mezcal, al final ya bebía más y comía más picante que yo. Así es la felicidad... son pequeños "flash-backs", y aunque estoy acostumbrado a siempre recordar los "doloroso", lo triste, lo excesivo; guardo una buena parte para esos momentos de los que me he empeñado en "sacar de mi vida".

Los momentos y ocasiones felices pueden parecer los más peculiares o absurdos, coincido con Houellebecq, yo también me he sentido realmente feliz en los brazos de una mujer mientras la penetraba profundamente, pero no ha sido la única fuente de felicidad; también lo ha sido el agua-nieve de Zurich y Zaira llevandome a beber cerveza "roja"; o el solo imaginar a mi pequeña Aisha con su vestidito y pidiéndome discos que le gustan. No me puedo quejar, la paso bien y entre otras cosas he aprendido que "alguien al lado mío" no es garantía de momentos felices; muchas veces es mejor aquello efímero, para mí ha sido bastante cuatro horas en una carretera, una jarra de cerveza, perderme entre calles conduciendo nerviosamente el auto, o simplemente despertar y ver "su carita" inocua y placidamente dormida.


*** BONUS TRACK***

"Aisha me abrazó como si me conociera bien, antes de que pudiera apoyar las maletas al suelo. Cuando me soltó pude ver que tenia los mismos ojos que Juan. Era una niña muy bonita mas de lo que pude ver en las fotos que me enviaba Juan, aunque su amor por la madre de su hija no podía manifestarse y una sombra de tristeza permanecía detrás de su sonrisa paterna, parecía feliz dando todo su cariño a esa niña inteligente y traviesa. A los niños se puede dar todo sin tener miedo de ser rechazados. Me acompañaron al hotel y cuando me tiré en la cama me sentí un poco triste sin saber porqué. Ya estaba en México, mis deseos eran realidad, pero en esa felicidad sentía un perfume de tristeza incomprensible y me daba rabia no poder ser totalmente feliz. No me faltaba nada, pero por qué nunca estoy contenta al 100%. El domingo fui al centro con Juan y Aisha y lo pasamos muy bien , fue muy divertido y en la noche acompañamos a la pequeña aisha fan de coltrane a casa de su mama. Cuando me fui a dormir me sentí otra vez triste y enojada conmigo porque esa tristeza no tenia sentido. Los días siguientes Juan y sus padres me llevaron a ver muchos sitios, me gustaba su compañía, eran muy buenos conmigo y todo lo que vi me gusto mucho. Todos los particulares de este México que tanto había soñado me sorprendían y en cada imagen veía un poco de poesía. La sensación de pisar las calles de mis sueños era única e indescriptible, todo me encantaba, hasta las flores alimentaban mi curiosidad, porque en suiza no son las mismas... pero todas las noches sentía esa maldita tristeza y la cuarta noche entendí porqué. Mis mejores amigos estaban en México y dentro de poco tenia que regresar y poner otra vez todo un océano entre ellos y mi vida real".

ZAIRA R.